domingo, 24 de enero de 2016

educación en mesoamerica

educación en mesoamerica
Los conocimientos en la época prehispánica eran trasmitidos de generación en generación principalmente por los padres, sacerdotes y personas adultas por medio de códices y escritos, es importante señalar que la educación se basaba en principios morales, tradición, religión, guerra y comprensión de la naturaleza.
Se enseñaba principalmente el respeto a los progenitores y sobre todo la veneración de las entidades sagradas. Escuelas prehispánicas Telpochcalli (en náhuatl ‘casa de los mancebos’), centros en los que se educaba a los jóvenes del pueblo, a partir de los 15 años, para servir a su comunidad y para la guerra. A diferencia de los nobles que asistían al calmécac, los vástagos de los masehuales (gente del común, del pueblo) o macehualtin, asistían al telpochcalli. Estas escuelas de jóvenes se encontraban en cada barrio o calpulli.
La vida en las telpochcalli era dura. Desde la madrugada comenzaban las extenuantes actividades. El día iniciaba con un helado baño, seguido de una comida frugal y muy controlada. Solían memorizar los cantares con los hechos relevantes de sus mayores y las alabanzas de a sus entidades sagradas, además de aprender y ejercitarse en el manejo de las armas como el atlátl, instrumento utilizado para lanzar flechas, y el maúahuitl, la curiosa espada de madera con filos de obsidiana.
Los alumnos tenían otras obligaciones, como la de reparar los templos (teocalli), acarreando los materiales necesarios, y trabajar las tierras y heredades de forma colectiva para su sustento. Especialmente se buscaba su resistencia al dolor mediante prácticas de autosacrificio. Los alumnos ociosos o incorrectos eran castigados severamente, igualmente, la embriaguez; en algunos casos de faltas extremadamente irreparables que atentaban contra la población, se penalizaba hasta con la muerte. Si alguno de los alumnos sobresalía por su habilidad y valor en las guerras de conquista, algún día podría llegar a ser ciudadano distinguido a quien se premiaba y rendían honores.
Cuando alcanzaban la edad requerida para casarse, finalizaba su instrucción en el telpochcalli.
El Cuicacalli, casa de cultura Amantes de la poesía, los antiguos mexicanos se preocuparon por enseñarla y difundirla. En todas partes, a lo largo del territorio de la Triple Alianza (MéxicoTenochtitlán, Texcoco y Tacuba), poesía, canto y danza eran ciencias oficiales, regidas por una institución rigurosamente organizada: el Cuicacalli, donde ingresaban los niños a la edad de 12 años. Poetas de renombre, músicos y danzantes distinguidos eran los encargados de organizar el Cuicacalli; recibían su paga del Tlatoani (gobernante) en persona, siempre atento al buen funcionamiento de las casas de canto.

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